Yo sé que con Argentina nos une todo. Sé también que parece que siempre estamos mirando para el otro lado del Río de la Plata, como viejas criticonas, señalando con el dedo, diciendo “qué barbaridad esa presidenta”, “qué horrible esa oposición”.
Pero no les voy a hablar de Argentina porque ahora me preocupa mucho más lo que pasa en otro país. Es el país que hizo el programa de televisión que más vimos los uruguayos este año y el que tiene mayor comercio (exportaciones e importaciones) con Uruguay después de China.
El turismo desde Brasil es el que más creció en el último quinquenio, la interconexión energética avanzó a pasos agigantados y la afinidad entre el Frente Amplio y el Partido de los Trabajadores, ambos en el gobierno desde hace cerca de una década, ha hecho que Brasil sea el norte al que está mirando permanentemente nuestra economía y, en muchos aspectos, nuestra sociedad.
Lo que suceda este domingo de elecciones en Brasil puede cambiar las reglas de juego. Por eso es bueno echar una mirada al gigante vecino, hoy convertido en la séptima economía mundial.
Primera presentaciones.
Dilma Rouseff y Marina Silva son las principales contendientes en estas elecciones, seguidas por Aécio Neves. Lo que está claro es que el domingo, en la primera vuelta de las elecciones, Dilma va a ganar. Lo que no está claro es qué sucederá en la segunda vuelta programada para el 2 de noviembre. Un panorama muy parecido al que vivimos en Uruguay.
Esta sería la primera elección en los últimos 20 años en la que los dos primeros puestos no son ocupados por el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Precisamente, la irrupción de la candidata del Partido Socialista de Brasil (PSB), Marina Silva, estaría desplazando a un tercer lugar al principal candidato de la derecha, Aécio Neves, del PSDB. Todo indica que la candidata del PSB borraría a la derecha más tradicional de Brasil de la definición de las elecciones.
¿Qué representa Marina Silva?
Esa pregunta es muy difícil de responder. Algunos datos a tener en cuenta de esta carismática líder política:
En las últimas tres elecciones representó a tres partidos distintos. Llegó al Ministerio de Medio Ambiente con el PT de Lula, se fue enojada, se presentó a las elecciones presidenciales por el Partido Verde, quedó tercera y se fue enojada y llegó finalmente al PSB, dónde iba a ser vicepresidenta, pero el candidato a presidente se murió y ella asumió el desafío.
De pasar a la segunda vuelta ya se adelantó que formará alianza con el PSDB, por lo que todo lo socialista que pueda tener deberá pasar por un filtro de la derecha. Esta alianza puede resultar algo indescifrable, pero parece convencer a más de 40% de los brasileños, según las encuestas (siempre hay que tomar con pinzas las encuestas).
Entre las principales propuestas del PSB está realizar una reforma del sistema político y revitalizar una economía que está creciendo lento en los últimos años con un fuerte componente en la sustentabilidad ambiental. Ambas medidas son muy difíciles de concretar sin una fuerte bancada que las respalde y con la que el PSB seguramente no contará.
En cuanto a las relaciones internacionales (acá los uruguayos paramos la oreja), el programa del PSB dice apostar a una mayor integración regional, que saque de la quietud al Mercosur, y adelanta algunas críticas a la influencia que Argentina ha tenido en el bloque. Si bien se valora el importante rol que juega China en la economía brasileña, se apuesta a profundizar las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea.
Números.
El 29 de agosto las encuestas señalaban que la recién llegada a la contienda electoral recogía 34% de las adhesiones en primera vuelta, lo mismo que Dilma. Un mes después, el apoyo a Silva caía a 25% y el de la presidenta crecía a 40%.
En un eventual balotaje entre Marina y Dilma (sí, dos mujeres definiendo el futuro de la mayor economía regional, aplausos para Brasil) la presidenta tiene un mayor apoyo en la clase baja y media baja, mientras que Silva parece representar mejor a la clase media y a las clases más ricas de Brasil.
Es para tener en cuenta que en los últimos días Aécio Neves protagonizó una fuerte recuperación según las encuestas que lo ubica con 21% de las preferencias, a solo tres puntos de Silva. Aun este domingo, todo puede pasar.
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